domingo, 1 de julio de 2012

Protomundo: Introducción



Oculta entre la maleza y la vegetación del lugar, Australis era una sombra apenas visible en la oscuridad del bosque.

Contuvo la respiración: El arco tensado, la flecha preparada. Ningún animal, por muy bueno que fuese, habría sido capaz de detectar su presencia antes de encontrarse con que una de sus flechas ya le habría perforado el cráneo. 

Llevaba más de seis ciclos tras su pista, sin apenas dormir ni descansar, pero la criatura era endiabladamente escurridiza. Solo había sido capaz de intuir su presencia un par de veces, sin llegar a verla realmente en ninguna ocasión, pero por lo que había sentido, su aura era salvaje y brutal. 

Siempre se había dicho que era la mejor en todo lo que se proponía hacer, y su orgullo, no sus fuerzas, era lo que le impedía abandonar la persecución sin antes haber dado caza a la bestia. Le habían prometido más de cien sextantes por acabar con lo que las gentes del lugar llamaban "El terror del bosque", y eso era una suma a tener en cuenta. Y la verdad: No le importaba lo que había hecho la criatura para ganarse ese nombre, ni si había sido realmente ella la causante de todo eso, solo contaba el dinero. 

Pero cuando la errante toco a Virgo en el decimoquinto ciclo, sus fuerzas ya comenzaban a flaquear. A sabiendas que no podría alargar mucho más la persecución, procedió a prepararle una emboscada. Ladeo un pequeño riachuelo para borrar sus huellas y apresuro su marcha para adelantarse a su objetivo. Luego, se atrinchero un pequeño claro abierto al cielo y espero a que su presa hiciera aparición.


A la espera...
 
Fueron horas y horas de espera, y los primeros signos de cansancio se reflejaban en el rostro de la arquera, como perladas gotas de sudor que resbalaban por su frente y nublaban su visión. Pero no cedió. No aún. 

Al fin, cuando ya iba a dar por fútil el intento, el crujir de una rama quebrarse le alerto de una presencia. No se lo pensó dos veces (y quizás debió de haberlo hecho): soltó la fecha, que con una precisión mortífera alcanzo unos matojos cercanos. Se sintio una exalación y algo algo grande caer como peso muerto al suelo. Y con un gritó de jubilo Australis fue a cobrarse su presa. 

Sin embargo fue principalmente decepción lo que encontró: la flecha había alcanzado a un cervatillo, que aunque se trataba de una pieza excepcional, no era la que andaba buscando. Sin importarle el animal caído, se maldijo para sí misma por haber sido tan estúpida de revelar su posición y sin perder ni un segundo se dispuso a recuperar la fecha del cuerpo del animal y largarse de allí. 

Pero fue demasiado tarde, porque en ese instante un ruido a su espalda la puso sobre alerta, e instintivamente se giro con el arco tenso y otra flecha cargada, hacía su nuevo objetivo. Lo que vio no le gusto, y menos aún cuando la flecha que había preparado estalló en mil pedazos, haciéndole perder el equilibrio y cayera de bruces al suelo. 

La criatura, y sus verdes ojos llameando con ira sobrenatural, no dejaba lugar a dudas: El cazadora se había convertido ahora en la presa. [...]


Luz y Oscuridad

¿Os imagináis navegar en barco una noche cerrada y sin luna hacía la costa, mientras se desata un enorme vendaval, y como única guía las pequeñas volutas de luz de una faro a la lejanía?

Pues así se sienten la mayoría de habitantes de Protomundo, quienes deben afrontar su día a día en un plano primario que es absorbido lenta pero constantemente por el plano elemental de la oscuridad. Un mundo donde la única luz que existe (y que ralentizan este horripilante proceso de desaparición) es la que proyectan las falsas estrellas del cielo, sus lunas y la gigantesca torre situada en el centro del mundo, que hace las veces de sol artificial.


¿El sol es una farola gigante? Fantástico...

Si has pensado largarte de este lugar para ir a tierras más verdes, te vas a llevar una desagradable sorpresa: porque la misma luz que impide que todo el plano sea tragado por el plano elemental de oscuridad, a deformado los canales astrales, creando una burbuja que imposibilita la entrada o la salida a nadie de este plano de existencia. Encerrados en una ratonera, sus habitantes solo tienen una única opción de cara al futuro: Sobrevivir. 

El Mundo 

El mundo, antaño mucho más grande y diferente, se ha visto reduce a un gigantesco cráter (la última porción de tierra que aún no ha sido absorbida) en el que en su centro se encuentra una enorme torre con lo que representa, la última esperanza para este plano: Un Sol artificial.

Primer intento de mapamundi.

Este curioso artefacto tiene la capacidad de producir luz y calor a una intensidad más baja que un astro real, pero lo suficiente como para dotar de vida a esta pequeña parte del mundo (aunque no de mucha, claro). 

Aún así, la vida no es fácil. La luz solar es tenue y continua, y a medida que te alejas de centro del mundo esta se va haciendo cada vez más y más débil hasta desaparecer, fundiéndose allí el plano elemental con el propio mundo. Si te acercas demasiado a los bordes puedes llevarte la desagradable sorpresa de ser atacado por entidades sin nombre procedentes de la negrura, que no dudaran a arrástrate con ellas hacia su oscura morada.

Las razas y reinos que lo habitan se encuentran en conflicto constante: peleándose por las zonas más próximas a la torre solar,  son incapaces de colaborar entre ellas para encontrar una solución común. Solo el credo en los Doce es lo suficientemente fuerte para mantener el estatus quo de forma temporal, pero tiene opositores, y siempre existen aquellos que abusan de secretos de civilizaciones perdidas para hacerse con el poder a la fuerza.

Los Doce, seis hombres y seis mujeres mortales que ascendieron a la categoría de dios paras suplir el hueco de los antiguos dioses, hacen lo que pueden para preservar el mundo. Pero hasta ellos están sujetos a riñas y enfrentamientos. Sus símbolos son el de las doce grandes constelaciones zodiacales, que han convertido en en pequeños semi-planos desde donde vigilan a los mortales.

¿Horripilante, verdad?

Pues solo aquellos, lo suficientemente valientes o estúpidos como para enfrentarse a la oscuridad devoradora, serán  los que tengan en sus manos el futuro de Protomundo... Así que... estamos listos.


Bienvenidos a Protomundo

Y eso es todo por hoy.
Siguiente Entrada: ????????????

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5 comentarios:

  1. Muy buena pinta, sí señor. En mi vida se me habría ocurrido, pero me parece una idea cojonuda.

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  2. A mi tampoco XD,
    pero eso fue ponerse entre todos los de mi grupo y comenzar a sacar ideas para el mundo, para luego ir puliendo partida tras partida todo.

    Aunque aún esta muy verde, y lo más seguro es que vayan cambiando cosas.

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  3. La idea es buena, mezclar Danmaku! y protomundo puede ser lo más bizarro que haya hecho en mucho tiempo XD

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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